El despacho del Presidente de la Generalitat de Cataluña necesitaba una alfombra que delimitase y resaltase un espacio tan simbólico. Para combinar la artesanía de la madera de las paredes y el parquet en espiga del suelo hemos optado por una alfombra oriental anudada a mano de color claro.
Después de diversas pruebas, el cliente escogió una alfombra Gabbeh Kashkuli, originaria del sur de Irán, en color beige. Su luminosidad centra la atención y aporta un claro contraste a este espacio, todo ello sin apartarse de la gama de colores marrones de este despacho.