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A partir de la marca anterior, la propuesta se encaminó al análisis del símbolo precedente de Turkestan, que contaba con tres elementos: una luna, una estrella y la letra T mayúscula. Para la nueva propuesta, Albert Trulls decidió trabajar únicamente con la estrella, creando una nueva figura a partir de la ornamentación y decoración geométrica tan presente en el mundo árabe.
El símbolo resultante evoca claramente a las decoraciones de los países de Oriente Medio a partir de la combinación de formas poligonales. Además, estos elementos componen un conjunto que organiza sus partes siguiendo una simetría axial y radial.
Para la formación del símbolo final, Albert Trulls aplicó las tres texturas propias de los tejidos de Turkestan (el nudo persa, el nudo turco y el tejido plano o kilim) dentro del símbolo. La propuesta final es una marca dinámica que puede utilizar indistintamente tres tipos de textura para presentarse al público.
Serie 'Turkestan: un proyecto centenario renovado':
Turkestan: un proyecto centenario renovado (I)
El nuevo logotipo de Turkestan (III)